¿QUÉ ES?
La deformidad en cavo del pie consiste en una elevación anómala de la bóveda de la planta. “El pie cavo es una alteración estructural que produce un arco plantar más elevado de lo normal”, los dedos pueden quedarse comprimidos o flexionados hacia dentro, lo que disminuye el tamaño del pie.
INCIDENCIA
El pie cavo es bastante frecuente entre la población general, aunque en sus formas más leves. Estos casos de pie ligeramente cavo no tienen por qué recibir un tratamiento específico, siempre que no ocasionen molestias ni dificulten la marcha. La edad de presentación está entre los ocho y doce años, aunque en ocasiones un paciente puede presentar el primer dedo en el nacimiento.
CAUSAS
En el 80 por ciento de los casos, el origen del pie cavo está relacionado con una enfermedad neurológica. Según Torralba existe una alta posibilidad de que esta alteración se produzca por una afectación neuromuscular, razón por lo cual es de gran importancia que el paciente con pies cavos acuda a un especialista para que este determine el origen exacto de su problema. También hay ocasiones en las que la causa es idiopática, pues el aumento de la bóveda plantar se presenta sin una causa que lo justifique. Por otro lado, los especialistas afirman que esta afección tiene una alta frecuencia familiar, aunque no se ha podido identificar una transmisión hereditaria real.
SÍNTOMAS
Este trastorno se empieza a manifestar en forma de dolor en la zona del arco y el talón así como en la zona del ante pie y por debajo de los dedos. “Se asocia a una tensión y acortamiento de la musculatura plantar del pie y posterior de la pierna”.
Los pies muy arqueados tienden a presentar el dolor, debido a que se ejerce más tensión sobre la sección del pie que queda entre el tobillo y los dedos de los pies. Esto se traduce en el acortamiento de la longitud del pie, la dificultad para calzar zapatos adecuados y la sensación de dolor al caminar, permanecer de pie y correr.
El pie cavo provoca tensión muscular excesiva y rigidez de las articulaciones del pie. Cuando se producen a edades tempranas, presenta muy pocas molestias y no suele alterar la marcha de forma significativa salvo los que tienen una causa neurológica. Sin embargo, con el paso de los años se van haciendo cada vez más rígidos y comienza a manifestarse la sintomatología característica de la edad adulta.
• Metatarsalgia: Dolor en las almohadillas de la planta de los dedos al apoyar.
• Talalgia: Dolor en el talón al apoyar.
• Hiperqueratosis plantares: Durezas dolorosas en las zonas de mayor apoyo.
• Dedos en garra (flexionados hacia dentro).
• Aparición de tendinitis.
• Dificultad para calzarse.
• Lumbalgias frecuentes.
• Dificultad o cansancio extremo para permanecer de pie sin moverse.
Cuando la deformación es más acusada, pueden recrudecerse algunos síntomas con la edad.
TIPOS
Existen dos tipos de pies cavos:
• Pie cavo posterior o calcáneo-varo: Tipo de pies cavos en los que predomina la caída del talón.
• Pie cavo anterior: Caso más frecuentes en el que destaca la virtualización o caída los metatarsianos y que suele asociarse a los dedos en garra.
También pueden presentarse formas mixtas.
Por otro lado, según la posición del talón el pie cavo puede clasificarse en varo, recto o valgo.
pie cavo
